Autor

Gustavo Aleixo

Fecha

abril 15, 2014

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BONANZA    El consumo interno aumentó el 10% debido al incremento en la capacidad de gasto.

LA NACIÓN / ARGENTINA

El nuevo modelo económico que aplicó el Gobierno prioriza la demanda interna para atender las necesidades de la población.

Con los proyectos de industrialización del gas y minerales Bolivia tendrá más recursos económicos.

eco-9-pibBolivia está de fiesta. Cuando faltan pocos meses para su probable reelección, el presidente Evo Morales, que más de una vez se declaró “marxista, leninista y comunista”, cuenta ya con un logro indiscutible: haber llevado a uno de los países más pobres del continente a su mayor ciclo de crecimiento en la historia hasta ubicarlo en el segundo lugar en la lista de las economías más pujantes de la región.

En la clase media de las ciudades bolivianas el consumo se dispara, mientras que los índices macroeconómicos son altamente positivos e incluso reciben elogios de los críticos del Gobierno. Pero dos grandes nubarrones penden en el horizonte: la fiesta todavía no alcanza a todos y ya tiene una amenazante fecha de caducidad, sostiene una publicación por el matutino La Nación de Argentina y firmada por Rubén Guillemí.

Efectivamente, la cuarta parte de los bolivianos vive aún en la pobreza. Y la bonanza está atada a los precios de los minerales y, especialmente, al valor internacional del gas, que se multiplicó por más de diez en sólo una década.

Bolivia tiene firmados cuantiosos contratos para la provisión de gas a la Argentina y Brasil. Pero los brasileños avanzan con la idea puesta en el autoabastecimiento para 2019, cuando vence su acuerdo.

Faltan pocos meses para los comicios presidenciales, y con un 45% de popularidad, Evo Morales parece encaminarse hacia la reelección impulsada por el buen momento económico que vive el país y que se palpa en las calles.

Los bolivianos tienen más dinero en sus bolsillos, salen a comprar y gastan más. El consumo en supermercados aumentó un 10% en el último año y, en enero -de la presente gestión- la población invirtió $us 49 millones en los servicios de restaurantes, lo que representa un crecimiento del 27% respecto del mismo mes del año pasado.

Abrir un restaurante o un patio de comidas se convirtió en un excelente negocio en las ciudades de La Paz y El Alto. En el último lustro, la cantidad de patios de comida se multiplicó por cuatro. En 2009 había apenas tres shopping en La Paz y ahora hay 12.

“Evo Morales me sorprendió”, reconoce el economista Armando Méndez, ex presidente del Banco Central de Bolivia, ubicado en lo opuesto de la ideología del Presidente.

“Yo creo que el aporte fundamental del gobierno de Morales es la prudencia en las finanzas públicas”, agrega Méndez, quien también se atreve a comparar dos situaciones de países con un mercado externo favorable, Bolivia y Venezuela.

“A diferencia del gobierno chavista, Morales no ha caído en una vorágine de gasto. Morales está financiando el aumento del gasto público con impuestos, no con endeudamiento externo”, señaló Méndez. Así, en un contexto de países latinoamericanos altamente deficitarios, Bolivia constituye, junto a Paraguay, un islote de naciones con superávit.

Los números macro de Bolivia son efectivamente impactantes. En los últimos siete años su Producto Interno Bruto se multiplicó por cuatro y pasó de $us 8000 millones a $us 33.000 millones.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que este año el crecimiento será del 5,1%, lo que permitirá a Bolivia mantenerse como el segundo entre los países más pujantes de la región detrás de Perú.

La gallina de los huevos de oro de Bolivia es el gas, una riqueza que tiene en abundancia. En 2003 el valor total de las exportaciones de gas alcanzaba apenas a $us 485 millones y ese monto se elevó en una década a $us 6000 millones.

El aumento en producción de gas permitió elevar más las ventas de hidrocarburos.

“La prudencia en las finanzas públicas es un gran aporte del Gobierno en su manejo económico.

Armando Méndez, Ex presidente BCB

Panorama favorable pese a crisis externa

La reducción de la pobreza extrema, el incremento de las reservas internacionales, la incidencia de la demanda interna en el crecimiento de la economía nacional, el fortalecimiento de la moneda nacional (bolivianización), la redistribución de la riqueza a través de los bonos sociales, que llega a más de 4 millones de bolivianos, entre otros indicadores, pintaron el panorama económico tan favorable que vive el país pese a las condiciones adversas en las que se mueve la economía internacional, destacó el ministro de Economía, Luis Arce Catacora, en Washington.

“Los organismos internacionales elogian el manejo económico que tenemos. En el pasado había un crecimiento muy lento de la economía y comparativamente ahora con respecto del promedio de América Latina estamos siendo la séptima economía con mayor crecimiento”, apuntó.