Con las chuspas colmadas de billetitos y títulos de propiedad, los colombianos que participaron de la Feria de la Alasita, organizado por la Embajada del Estado Plurinacional de Bolivia en Colombia, se aproximaron a la kullaka amauta para hacer challar y sahumar lo ofrecido por el Ekeko, que fumaba muy tranquilo un cigarrillo Kool, en vez de un astoria.
El cuerpo diplomático, consular y representantes de organismos internacionales acreditados en Colombia, así como representantes de universidades, políticos, líderes indígenas, funcionarios públicos y bolivianos, se contagiaron por los deseos motivados a través de la exposición artesanal en miniaturas, que luego fueron obsequiadas por la Embajada junto aún diminuto librito de cuatro centímetros, explicando las razones de la Feria de la Alasita y su Declaración Cultural.

Kukkaka Amauta, Leslie Mamani, ch’alla las chuspas obsequiadas en la Feria de la Alasita. Bogotá 19 – 01 – 2018
Con la compra de una Embajada y una residencia en miniatura propia para Bolivia en Colombia, el Embajador Edmundo Polo Ariñez, destacó “la necesidad de recuperar y preservar las costumbres y tradiciones que datan desde tiempos precolombinos hasta la fecha, como es la Illa del Ekakho, proveniente de la cultura tihuanakota y modificada al Ekeko actual, que por toda la ritualidad que conlleva fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad”.
“Hace dos años viajé a Bolivia y compré una casita que se hizo realidad”,” vecina regáleme las carretillas y ladrillos para construir la fundación”, ”tener dinerito es lo primero”, fueron algunas de las expresiones de colombianos y bolivianas que se reunieron este 24 de enero en Bogotá para promocionar y mantener viva la cultura boliviana.
Bogotá 24 de Enero de 2018